Qué nos dice la morfología de Donald Trump

Para hacer un estudio del rostro actual de Donald Trump, al no poder ver la zona cerebral, tenemos que recurrir a imágenes anteriores, cuando se podía ver su frente.

Vemos una zona superior amplia, un poco solar, inclinada, de ojos pequeños, tónicos (algo protegidos) y superciliares en quilla de barco.

La zona emocional entre sus huesos malares es más estrecha que la zona mandibular entre sus goniones. Dicha zona es plana y la nariz se ha retraído de aletas inertes, lo que la hace pequeña en relación con el marco de la zona.

La zona mandibular se ha desarrollado suficientemente y es algo carnosa (normal para su edad); de boca pequeña y mentón presente.

Esta estructura advierte de que la imaginación es notable, con capacidad para ver y dar soluciones globales. Sus ideas propias son muy selectivas y apenas se renuevan. Estas siempre están dirigidas a llegar a lo más alto del poder a cualquier precio, ya que hay un “Super Yo” desmedido, caculador y frio, que utilizará de forma rígida y coercitiva al observarse rigidez y una moralidad laxa, exenta de sentimientos prosociales, en la que los fines pueden justificar los medios.

Ello, junto a su gran deseo inconsciente de autoafirmación, nos informa de una estructura nada permeable e incapaz de delegar y por tanto, de crear equipos.

Esta misma estructura nos informa de esquizotimía; nada altruista, desconfiada, egoísta, de tendencia a la psicopática codiciosa.

Es una estructura con falta de empatía y solitaria, que indica aburrimiento por el convencionalismo y las relaciones sociales.

Nos informa también de incapacidad para amar y trasmitir sentimientos de ternura, ya que lo suyo no es amar, sino poseer y ser más que nadie y así satisfacer su vanidad y sus apetitos carnales selectivos, puesto que su libido es manifiestamente mejorable.

Estos mismos parámetros, sin embargo, harán que su pareja lo perciba como una persona aburrida a la que debe someterse y nada más. Su fin no es hacer felices a las personas, sino someterlas y poseerlas.

También denota orgullo, vanidad y una alta y desmedida autoestima.

Igualmente, nos informa de impulsividad y por lo tanto, de decisiones rápidas y poco pensadas, es decir, con poca capacidad para prever lo inesperado. También nos informa de posturas cargadas de rabia, orgullo y de venganza sin piedad ni misericordia si no consigue sus propósitos, que persigue con una voluntad de hierro para conseguir sus fines.

Su estilo de mando es impositivo, dictador, y coercitivo.

El poseedor de esta estructura, si se hace consciente de ello, podrá mejorar estos aspectos realmente perfectibles y mejorar su destino, y el de los demás.

Advierto que si se acumula mucho poder en estas estructuras morfológicas, rígidas, improvisadoras y narcisistas, la experiencia nos dice que son propias de los dictadores como Hitler, Lenin y Mussolini, de los que no tenemos gratos recuerdos (si bien en éstos no había rasgos de egoísmo y frialdad emocional).

Julián Gabarre

Doctor CUM LAUDE en Psicología Facial por la UAB

4 thoughts on “Qué nos dice la morfología de Donald Trump

  1. Como siempre excelente tu análisis Julián

    1. ¡Muchas gracias Jhenny!

  2. Caramba Julián, vaya análisis mas profundo y detallado.
    Sería genial tenerlo para neustro politicos más cercanos y darnos alguna pista de cuales son los mas beneficiosos para nuestra sociedad ;))
    Muchas gracias por compartir tu sabiduria.

  3. Que nos dice de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner?
    Gracias.

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